Entre abril y diciembre de 2020, cada minuto se dejó de hacer una prueba de detección oportuna; 21 mujeres fallecieron cada 24 horas por un tumor
Cada minuto, en promedio, entre abril y diciembre del año pasado, se dejó de hacer al menos una prueba de detección de cáncer de mama. Es decir, durante 334 días, la pandemia de covid-19 detuvo mil 497 estudios diariamente que pudieron dar un diagnóstico oportuno, clave para salvar la vida de mujeres.
Tan sólo el año pasado, 21 mexicanas murieron cada 24 horas por un tumor en la mama. En la última década, 69 mil 824 mujeres han fallecido por esta causa; en 2020, la cifra ascendió a 7 mil 821 defunciones.
El mayor número de muertes se concentró en el grupo de mujeres de 65 y más años con 2 mil 900 casos, seguido de 55 a 64 años con 2 mil 004 casos, y de 45 a 54 con mil 839; también murieron 58 hombres. Sin embargo, uno por ciento de quienes fallecieron por este tipo de cáncer fueron jóvenes de entre 15 y 29 años de edad.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) en México, los tumores malignos de mama son la principal causa de egreso hospitalario con 24 de cada 100 egresos, lo que tiene que ver con un diagnóstico tardío del padecimiento, pues 7 de cada 10 casos se detectan en etapas avanzadas.
Lo más grave es que un reciente estudio revela que a partir de la crisis sanitaria, los últimos 9 meses del año pasado, 500 mil mujeres menos fueron sometidas a pruebas de detección del padecimiento.
Según la investigación Interrupción en los servicios de salud esenciales en México durante covid-19: un análisis de series de tiempo interrumpido de los datos del sistema de información en salud, los servicios más afectados incluyeron mamografías y papanicolau con disminuciones de -79% y −68%, respectivamente.