Nacional

Guanajuato es cuarto lugar en formación de ingenieros

El camino a la mentefactura está trazado en Guanajuato, el gobernador del estado Diego Sinhue Rodríguez Vallejo lo menciona una y otra vez. En ese sentido, Guanajuato escaló rápidamente en los últimos años colocándose en el cuarto lugar a nivel nacional en formación de ingenieras e ingenieros. La mentefactura no sólo es la suplencia de la mano de obra, sino que se necesitan mujeres y hombres capacitados para poder mejorar la producción impulsada por la tecnología.
En exclusiva con Organización Editorial Mexicana, el titular de la Secretaría de Educación de Guanajuato, Jorge Hernández Meza informó que, además de ocupar el cuarto lugar en ingenierías, en el estado hay poco más de 15 mil mujeres estudiando una maestría, posgrado o doctorado; colocándose así en el tercer peldaño en formación de mujeres especialistas a nivel nacional.
“Tenemos un ecosistema de educación superior muy robusto, que hoy permite pensar que de lo que se habla de mentefactura tendrá sentido”, apuntó el secretario.
Guanajuato también colocó a tres de sus universidades entre las mejores de México: el Instituto Tecnológico Superior de Irapuato, el Instituto Tecnológico Superior de Purísima del Rincón y la Universidad de Guanajuato, informó Jorge Hernández.
Para alcanzar la educación superior, hay que redoblar esfuerzos en educación básica, apuntó el secretario de educación. A pesar de que en la entidad como en el resto del país, la pandemia provocó estragos en el sistema educativo, Guanajuato pudo conocer a detalle “que se perdió o que se ganó con la educación a distancia”, dice Hernández Meza.
Antes de la pandemia, la Secretaría de Educación de Guanajuato había desarrollado y probado una evaluación estandarizada denominada Recopilación de Información para la Mejora de los Aprendizajes (RIMA).
“Guanajuato tuvo un acierto que nos toca continuar, no es un proyecto nuevo, pero se le da mayor impulso ahorita en pandemia. Entonces pasa la pandemia, todos nos cuestionamos, ‘hay qué entrarle, pero ¿de qué tamaño es la pérdida?’. Entonces la prueba RIMA que se hace y se diseña en Guanajuato y que el Banco Mundial descubre que teníamos una prueba, pasa un hallazgo, porque es una situación fortuita en el estado, que le interesa al Banco Mundial y a muchas organizaciones”, platica el secretario de Educación.
Días antes de que se declarara la pandemia en México, en los primeros días de marzo de 2020, la prueba RIMA se le aplicó a una delegación en Salamanca, de las ocho que conformaban el estado. “Esto corresponde al estudio de un octavo de la población de estudiantes guanajuatenses de primaria alta”, dijo el ingeniero Jorge Hernández.
Al conocerse que la prueba RIMA se aplicó en Guanajuato, el Banco Mundial invirtió 5 millones de pesos para que los datos obtenidos antes y después de la pandemia, pudieran ser analizados por especialistas. Así se pudo saber a ciencia cierta en donde se avanzó y en donde se retrocedió en la educación a distancia obligada por la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19.
Luego de RIMA llegó el Pacto Social por la Educación. El cual es una respuesta de Guanajuato al llamado urgente de la UNESCO para conformar un nuevo contrato social para la educación, con el objetivo de brindar apoyo a niñas, niños y jóvenes que dejaron de estudiar debido a los grandes retos de la pandemia.
Actualmente el sistema de educación del estado está conformado por 1.7 millones de estudiantes, 94 mil docentes y 12 mil escuelas. En esta cifra ya no se contabilizan los más de 85 mil estudiantes que abandonaron las aulas en los casi tres años de pandemia por Covid-19. Universitarios y preparatorianos resultaron los más afectados, pues tuvieron que convertirse en sustento económico luego de las numerosas pérdidas humanas por el coronavirus.