En un mundo en constante evolución, donde las tendencias del bienestar van y vienen, Nigel Franklyn, conocido como «The Spa Whisperer», se destaca por su capacidad para crear espacios que conectan verdaderamente con la humanidad. En lugar de seguir la corriente de las últimas moda, Franklyn se centra en crear lugares donde los seres humanos puedan encontrar una sensación de conexión y bienestar duradero.
La oportunidad de visitar el Palacio de Minos, en Creta, para entrevistar a Franklyn fue un privilegio. Mientras caminábamos por los jardines del hotel, me di cuenta de que este espacio no era solo un lugar físico, sino un reflejo de la filosofía detrás la misión de Franklyn: crear entornos que fomenten la conexión con uno mismo y con el mundo que nos rodea. El Palacio de Minos, con sus columnas doradas y frescos decorados, es un lugar donde la historia se sienta viva y palpable.
Franklyn, experto en bienestar y spas de lujo, ha dedicado su carrera a crear espacios que apuesten por el equilibrio entre la mente, el cuerpo y el espíritu. Su enfoque no se basa en las últimas tendencias o tratamientos exóticos, sino en entender las necesidades más profundas de los seres humanos. «La gente busca algo auténtico», explica Franklyn. «Quieren sentir que están conectados con el mundo y consigo mismos». Para lograr esto, Franklyn se enfoca en crear espacios que promuevan la relajación, la introspección y la conexión con la naturaleza.
Uno de los aspectos más destacables del Palacio de Minos es su capacidad para transportar a los visitantes a un mundo antiguo y primitivo. El sonido de las olas del mar en la distancia, el canto de los pájaros y el aroma de las plantas exóticas crean un ambiente que invita a la contemplación y la reflexión. Es como si el tiempo se detuviera y los problemas del mundo exterior desaparecieran.
Franklyn me muestra cómo cada espacio del hotel está diseñado para fomentar una experiencia única y personalizada. La habitación de spa, por ejemplo, es un lugar donde los clientes pueden relajarse en una tina de hidromasaje mientras se les aplica un masaje corporal. Es como si el cuerpo estuviera siendo devuelto a la vida. Otro espacio importante es el jardín de meditación, un lugar tranquilo y sereno donde los visitantes pueden sentarse y conectarse con su interior.
La pasión de Franklyn por crear espacios que promuevan el bienestar no se limita solo al Palacio de Minos. Ha diseñado spas en todo el mundo, desde la playa hasta las montañas, siempre buscando inspiración en la naturaleza y la cultura local. Su objetivo es crear entornos que sean auténticos y reflexivos, donde los seres humanos puedan encontrar un sentido de paz y armonía.
En este momento, Franklyn se encuentra trabajando en su proyecto más ambicioso: un spa ubicado en el corazón de la Amazonia. «Quiero crear un lugar que conecte a las personas con la naturaleza», explica. «Quiero que se sientan parte de algo mucho mayor que ellos mismos». Es como si Franklyn estuviera buscando una forma de hacer que el mundo del bienestar sea más grande, más auténtico y más humano.
En resumen, Nigel Franklyn es un verdadero artesano en el campo del bienestar. Ha dedicado su vida a crear espacios que conecten con la humanidad, y no solo en términos de relajación o disfrute, sino en términos de conexión profunda y duradera. El Palacio de Minos es un reflejo de esta misión, un lugar donde el bienestar se convierte en una experiencia verdaderamente humana.