La Corte Suprema de Estados Unidos falló el jueves que las universidades no pueden considerar la raza de un aspirante para determinar si aceptarlo como estudiante, lo que obligará a las instituciones académicas a buscar otras maneras de conseguir una población estudiantil diversa.
En una decisión que reflejó la mayoría conservadora de la Corte, el máximo tribunal del país declaró sin validez los planes de admisión de la Universidad de Harvard y la Universidad de Carolina del Norte, las instituciones de educación superior privada y pública más antiguas del país, respectivamente.
El presidente del tribunal supremo, John Roberts, dijo que desde hace demasiado tiempo las universidades han “concluido, erróneamente, que la piedra de toque de la identidad de un individuo no son los desafíos superados, las habilidades desarrolladas o las lecciones aprendidas, sino el color de su piel. Nuestra historia constitucional no tolera esa elección”.
Acción consensuada
El juez Thomas durante mucho tiempo había pedido el fin de la llamada Acción Afirmativa, una política gubernamental en Estados Unidos diseñada para garantizar la igualdad de oportunidades a todos sin distinción de raza, sexo, edad, religión u orientación sexual.
Sonia Sotomayor escribió en desacuerdo que la decisión “hace retroceder décadas de avances precedentes y trascendentales”